¿Un remedio contra la obesidad a partir de la arena?
La obesidad es un problema global que afecta a más de 1.900 millones de personas en todo el mundo. A pesar de ello, en la actualidad se carece de terapias eficaces y sin efectos secundarios adversos. Dichos efectos suelen incluir diarrea, hinchazón y dolor abdominal. Esto suele disuadir a las personas obesas de iniciar un tratamiento.
La obesidad es un factor de riesgo para muchas afecciones crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y ciertos cánceres, y se asocia a mayores tasas de mortalidad.
En países como Australia, dos tercios de los adultos y uno de cada cuatro niños tienen sobrepeso u obesidad.
Unas partículas de sílice porosa preparadas a partir de arena purificada podrían ser la próxima terapia contra la obesidad, ya que se ha comprobado que la sílice porosa puede evitar que las grasas y los carbohidratos se adsorban en el cuerpo.
Las partículas de sílice porosa con las que se experimenta tienen un diseño óptimo a escala nanométrica que les permite absorber grandes cantidades de enzimas digestivas, grasas y azúcares, presentes dentro del tracto gastrointestinal.
La investigación la ha llevado a cabo el equipo de Paul Joyce, de la Universidad del Sur de Australia.
Desarrollada en colaboración con la empresa Glantreo Limited, la nueva terapia a base de partículas especiales de sílice porosa será más suave para el estómago y tendrá menos de los desagradables efectos secundarios asociados al principal medicamento contra la obesidad, el Orlistat.
Joyce afirma que este hallazgo podría cambiar la evolución de la salud de los miles de millones de personas que luchan contra los kilos de más.
La sílice porosa ha recibido una atención creciente por su potencial antiobesidad, y los ensayos en humanos han demostrado que es una terapia segura. Sin embargo, hasta ahora no se sabía cómo funcionaba exactamente.
La nueva investigación muestra cómo la sílice porosa promueve un efecto antiobesidad al funcionar localmente en el intestino para restringir la digestión y absorción de grasas y carbohidratos.
En el estudio in vitro se examinaron múltiples muestras de sílice en condiciones simuladas que imitaban el entorno gastrointestinal durante la digestión de alimentos ricos en grasas y carbohidratos.
Se descubrió que las partículas de sílice porosa con un diámetro de poro de entre 6 y 10 nanómetros son ideales para desencadenar una respuesta inhibidora que impide que el tracto gastrointestinal absorba tanto las grasas como los azúcares.
El estudio se titula “The Anti-Obesity Effect of Porous Silica Is Dependent on Pore Nanostructure, Particle Size, and Surface Chemistry in an In Vitro Digestion Model”. Y se ha publicado en la revista académica Pharmaceutics.
Los próximos pasos en esta línea de investigación y desarrollo serán validar con modelos animales de obesidad los últimos hallazgos. (Fuente: NCYT de Amazings)