Enfermedad inflamatoria intestinal y riesgo de demencia
La enfermedad inflamatoria intestinal es un conjunto de patologías que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Aunque las causas no están claras, se tiende a creer que el trastorno se desarrolla a partir de una respuesta inmunitaria defectuosa a los cambios en el microbioma intestinal.
La evidencia creciente sugiere que la comunicación entre el intestino, sus microbios residentes (microbioma) y el sistema nervioso central, un trío de sistemas conocido como el «eje intestino-cerebro«, está implicada en varios aspectos de la salud y la enfermedad.
Los resultados de un estudio sugirieron que la enfermedad inflamatoria intestinal puede tener un papel relevante en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo. Pero no quedó claro si la enfermedad inflamatoria intestinal también puede estar relacionada con un mayor riesgo de demencia.
Para estudiar más a fondo esta cuestión, el equipo internacional de Bing Zhang, de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), se basó en los datos de 1.742 personas de 45 años o más a las que se les había diagnosticado colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn entre 1998 y 2011, y que estaban inscritas en el programa del Seguro Nacional de Salud de Taiwán. Éste se estableció en 1995 y es obligatorio para todos los residentes de Taiwán.
Se hizo un seguimiento de su salud cognitiva durante 16 años después de que se les diagnosticara la enfermedad inflamatoria intestinal y se comparó con la salud cognitiva de 17.420 personas que concordaban por sexo, edad, acceso a la asistencia sanitaria, ingresos económicos y afecciones subyacentes, pero que no padecían enfermedad inflamatoria intestinal.
Durante el período de seguimiento, una mayor proporción de quienes sufrían enfermedad inflamatoria intestinal desarrollaron demencia (5,5%), incluida la enfermedad de Alzheimer, que quienes no tenían enfermedad inflamatoria intestinal (1,5%).
Además, a las personas con enfermedad inflamatoria intestinal se les diagnosticó demencia una media de 7 años antes (a la edad de 76 años) que a las que no tenían esa dolencia intestinal (83 años).
Después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes, entre ellos la edad y las afecciones subyacentes, el resultado fue que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal tenían más del doble de probabilidades de desarrollar demencia que las que no la padecían.
De entre todas las demencias, el riesgo de padecer alguna de ellas era mayor para el caso de la enfermedad de Alzheimer: las personas con enfermedad inflamatoria intestinal tenían seis veces más probabilidades de desarrollarla que las que no la padecían.
Ni el sexo ni el tipo de enfermedad inflamatoria intestinal influyeron en los resultados. Pero el riesgo de demencia parecía estar asociado con el aumento del tiempo que una persona había pasado con esa afección intestinal.
Tal como advierten los autores de la investigación, este es un estudio solo observacional, y como tal, no puede establecer causa y efecto. Los investigadores tampoco pudieron reunir información sobre factores potencialmente influyentes de estilo de vida, como la dieta y el nivel de ejercicio físico, ni evaluar el impacto de los medicamentos antiinflamatorios recetados. De todos modos, los resultados de este estudio concuerdan con los de otros anteriores, señalando a la inflamación crónica y a un desequilibrio en las bacterias intestinales como posibles contribuyentes al declive cognitivo. (Fuente: NCYT Amazings)