Fibrilación auricular, cómo acabar con la arritmia sin un mayor riesgo de cáncer

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La fibrilación auricular surge cuando aparece un ritmo cardíaco irregular y anormal, generalmente más rápido de lo habitual. Es la arritmia más frecuente. Aunque no es potencialmente mortal, sí es una enfermedad grave que debe ser tratada de urgencia, ya que puede producir coágulos de sangre que pueden viajar desde el corazón hasta el cerebro y causar un infarto cerebral.   

Así lo advierte la Fundación Española del Corazón (FEC), entidad que celebra que, gracias a los recientes avances de la medicina, existen distintos tratamientos para controlar y erradicar esta enfermedad. “La mayor parte de los pacientes pueden llevar una vida sana y productiva después del tratamiento de la fibrilación auricular. Eso sí, es importante visitar al médico regularmente”, mantiene.  

Entre sus causas, el cardiólogo Antonio Berruezo, director del Departamento de Arritmias y Director de Investigación e Innovación del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon (Barcelona) reconoce que, en ocasiones, puede aparecer sin motivo aparente. Mientras, en otras ocasiones admite que sí existe un claro desencadenante: hipertensión, colesterol, problemas cardíacos (cualquier enfermedad del corazón), enfermedades hormonales; y en el 33% de quienes la padecen tiene lugar por causa desconocida, lo que se conoce como ‘fibrilación auricular idiopática’.  

”No todas las personas tienen el mismo número de crisis de fibrilación auricular, ni éstas se dan en las mismas situaciones. Hay quien tiene varias al mes y quien sufre un solo episodio en su vida”, advierte por su parte la FEC.   

En concreto, cita que, en función de su comportamiento y evolución, se distinguen dos tipos de fibrilación auricular: ‘paroxística’, aquella donde las crisis aparecen y desaparecen, y son de duración variable (de menos de un minuto a días), puede que progrese a una permanente; o bien la fibrilación auricular ‘persistente y permanente’, cuando es constante, sin que en ningún momento reaparezca el ritmo cardiaco normal (sinusal).  

”En cuanto el paciente perciba que está padeciendo una crisis de fibrilación auricular debe acudir sin miedo a Urgencias a ser supervisado por un especialista. No hay que tener miedo al contagio de Covid-19 en los centros sanitarios. Los hospitales han rediseñado sus instalaciones para ‘construir’ circuitos limpios de enfermedad”, afirma en este sentido este especialista de Teknon, centro que precisamente ha logrado la certificación ’Protocolo Seguro frente al Covid-19’, de la auditora externa ‘Applus+’, y tras verificar que cumple con los protocolos más exigentes frente al coronavirus.  

El doctor Berruezo afirma igualmente que la fibrilación auricular debe ser controlada en todo momento por un cardiólogo, y apunta que el primer paso en su tratamiento consiste en corregir aquellas situaciones que la provocan, tales como la hipertensión, el colesterol, mejorando los niveles de azúcar, o haciendo ejercicio físico con regularidad, entre otras pautas iniciales.

Asimismo, su tratamiento implica la administración de una serie de fármacos, según precisa el cardiólogo de Teknon. “Debe contemplarse la anticoagulación, ya que el principal factor de riesgo de esta patología es el riesgo de embolias, por lo que hay que reducir y revenir en caso de que sea necesario”, señala.  

A su vez, sostiene que se suelen pautar también fármacos antiarrítmicos, y en algunas ocasiones se suelen indicar procedimientos de ablación para destruir las zonas dañadas de la aurícula del corazón, y corregir la patología. “Esta técnica consiste en la introducción de un catéter que asciende por las venas femorales y se introduce dentro el corazón para originar quemaduras en el foco de esta arritmia, generalmente a través de radiación”, apunta, lamentando que, en la actualidad, las dosis empleadas conllevan un incremento del riesgo de padecer cáncer

No obstante, el experto defiende que, dado que uno de los principales objetivos que se busca en la medicina moderna es el de reducir al máximo los riesgos derivados de cualquier tipo de intervención, en los últimos años en la mayoría de las ablaciones de fibrilación auricular se han empleado sistemas de navegación que permiten reducir las dosis de radiación que reciben los pacientes, y con ello, el riesgo de padecer cáncer. 

”Una nueva mejora de nuestros equipamientos, de la mano de Johnson Johnson, permitirá seguir avanzando en este camino. Se trata del sistema de navegación ‘Carto 3’, que incorpora un nuevo software que permite reducir mucho más las dosis de radiación empleadas durante las ablaciones de la fibrilación auricular”, según destaca el director del Departamento de Arritmias del Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon.  

Es más, este especialista subraya que este nuevo sistema es capaz de reducir hasta en un 82% el tiempo de duración de la fluoroscopia y en un 65% la dosis de radiación. ”Debemos tener en cuenta que una dosis de 15 mSV, que es la dosis efectiva típica empleada hasta ahora, incrementa el riesgo de cáncer, al igual que ocurre con todas las exploraciones diagnósticas o terapéuticas que utilizan rayos X”, puntualiza. 

De hecho, menciona que, en el caso de las mujeres, este riesgo puede llegar a aumentar en un 38%, y en el de la población infantil puede llegar a multiplicarlo por cuatro. “De ahí la importancia de incorporar estos adelantos tecnológicos en los procedimientos de fibrilación auricular, y es que este nuevo sistema capta la imagen fija del haz de rayos X de fluoroscopia y la integra con el sistema de navegación. De este modo, si el paciente no se mueve y el rayo tampoco, es posible monitorizar la posición del catéter que se emplea para la ablación a través de la huella que ha dejado en el sistema de rayos X, sin necesidad de seguir irradiando”, sentencia Berruezo. (La Vanguardia)

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