Diversidad de fruta y verdura ingeridas y riesgo cardiovascular de la persona
Una investigación ha examinado cuánto influye en el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares no solo la cantidad de fruta y verdura que come la persona sino también la diversidad de estas.
En la investigación han trabajado, entre otros, Leyre López-González, Nancy Babio, Nerea Becerra-Tomás y Jordi Salas-Salvadó, de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Todos ellos son miembros del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili en Tarragona y del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), en España.
Las frutas y verduras son alimentos de baja densidad calórica ricos en fibra alimentaria, vitaminas, minerales y compuestos fitoquímicos, especialmente polifenoles, que podrían ser responsables de la mayoría de los efectos beneficiosos que esos alimentos ejercen sobre la salud.
Con la finalidad de aumentar la evidencia en este campo, investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona en Cataluña, España, en colaboración con otros grupos de investigación del proyecto PREDIMED-plus, han analizado el consumo de frutas y verduras de 6.647 participantes con alto riesgo cardiovascular. Además, han evaluado algunos parámetros que definen el riesgo cardiometabólico de las personas, como son los niveles de triglicéridos y de colesterol LDL y HDL en sangre, la presión arterial, la glucemia, el peso corporal y el perímetro de la cintura.
Estudios epidemiológicos previos habían demostrado que el consumo de frutas y verduras está relacionado con una mejora del perfil cardiometabólico en adultos y población de avanzada edad. La disminución del riesgo cardiometabólico podría ser debida principalmente a la actividad antioxidante, antiinflamatoria, antiaterogénica y antimutagénica que ejercen los distintos fitoquímicos (carotenoides, vitaminas, polifenoles, fibra dietética, entre otros) presentes en las frutas y verduras.
Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han centrado únicamente en evaluar la cantidad de frutas y verduras, dejando a un lado la variedad en el consumo de estas, que a su vez refleja el distinto contenido en fitoquímicos de los diferentes grupos de frutas y verduras consumidos. Por ejemplo, las frutas y verduras naranjas-amarillas son ricas en carotenoides y ácido ascórbico, las rojas-moradas en carotenoides y flavonoides (antocianinas), las blancas en flavonoides (antoxantinas) y compuestos organosulfurados (alicina y aliína), las verdes en clorofila y las azules-negras en flavonoides (antocianinas).
Consumir una cantidad y una diversidad grandes de frutas y verduras está asociado con una mejora del perfil cardiometabólico en personas que tienen alto riesgo cardiovascular. Este es uno de los resultados principales del nuevo estudio.
El estudio ha puesto de manifiesto que los y las participantes que habían aumentado la variedad en el consumo de frutas y verduras tenían niveles de glucosa más bajos, un menor peso corporal y un perímetro de cintura más reducido tras un año de seguimiento. Además, al incrementar de forma conjunta la variedad y la cantidad de frutas y verduras, la mejora del perfil cardiometabólico fue más significativa tras un año de seguimiento en comparación con el aumento de la cantidad y el de la diversidad de estos alimentos por separado.
Con respecto a los resultados obtenidos en este estudio, los investigadores destacan la importancia del consumo de una gran variedad y cantidad diaria de frutas y verduras para mejorar el perfil cardiometabólico (y con ello disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular), especialmente en personas de alto riesgo.
El estudio se titula “One-year changes in fruit and vegetable variety intake and cardiometabolic risk factors changes in a middle-aged Mediterranean population at high cardiovascular risk”. Y se ha publicado en la revista académica European Journal of Clinical Nutrition. (Fuente: URV)